5/05/2010

Sentada en el autobús, con él al lado.

Apoyada en su hombro, con los ojos cerrados. De vez en cuando, él me acariciaba mi largo cabello, se acercaba a mi oído y me susurraba en él "Te quiero". Yo, cuando hoía esa palabra, sonreía con facilidad. Agarra su mano y besaba cada uno de sus cinco y largos dedos. Cuando me cansé de tener los ojos cerrados, levanté la cara esperando a que me besara. Él me miró, y sin decirle nada, me dió la respuesta que yo esperaba. Me besó con sus calidos labios. Fue un beso suave. Un beso normal, pero a la vez único.

0 diente(s) reluciente(s) en una gran boca sana.:

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