4/27/2014
Daisy.
"Un pétalo cae al suelo. Y otro. Y otro. Y otro. Hasta que la margarita se queda completamente desnuda."
Perfecta metáfora para explicar los pasos que tiene el amor. Cada flor, al igual que las personas, tienen pétalos blancos que le sirven como escudo. En nuestro caso, un escudo bien grueso para protegernos de los sentimientos. Mientras va pasando el tiempo, ese escudo va creciendo y haciéndose más resistente. Hasta que llega alguien y te lo empieza a arrancar. Despacio, sin que te duela, sin que apenas notes como poco a poco te vas quedando sin protección. Cuando tus entrañas están totalmente desnudas y estás completamente participativa con esa persona, esta misma te hace daño, te tira al suelo, te pisotea y te deja olvidada en la calle porque no le ha salido la respuesta que esperaba. Y tú, te quedas en medio de la nada, mirando como se marcha el culpable de tu asesinato.
El culpable de que ese escudo imaginario se haga cada vez más fuerte. El culpable de tu desconfianza. El culpable de tus lágrimas. Y sobre todo, el culpable de tu desamor.
3/01/2013
Sonríe y disfruta.
Deja ya de comerte la cabeza por todo. Cierra los ojos, respira hondo y sal a la calle. El mundo no está preparado para tú llegada, pero tú sí que lo estás.
Abre bien la boca que quiero ver como te comes al mundo.
Abre bien la boca que quiero ver como te comes al mundo.
1/07/2013
Sonríe y olvídate de todo.
Ha llegado el día. Hoy voy a empezar a ser feliz. Ya nada ni nadie me va a poder hacerme sentir mal. Que les den a los demás. Solo voy a pensar en mí misma y no en los demás. Nadie se va a tener que preocupar por mí porque yo no me preocuparé por ellos. Ellos sonreían. Yo no. Ahora sonreiré yo y ellos tal vez lo hagan, pero mis días felices están aquí de nuevo.
12/28/2012
I need you.
Alcé la cabeza y lo único que pude ver fue sus grandes ojos marrones, casi negros. Me quedé un rato así, sin decir nada. Solo podía escuchar mi respiración, muy agitada.
-¿En qué piensas?- Me dijo. Sentí una preocupación en su voz, algo que me hizo volver a la realidad.
-No quiero que me dejes. Nunca.- Le susurré, para que solo pudiese escucharme él.
Sonrió, aliviado.
-Nunca te dejaré... - Me agarró la mano derecha y me sonrió con esa sonrisa que tanto me gusta y me tranquiliza.- Pero a cambio te pediré algo.
-¿El qué? -Fruncí levemente el ceño, porque no me esperaba esa respuesta de su boca.
-Que tú tampoco me dejes- Concluyó, aún sonriendo.
-¿En qué piensas?- Me dijo. Sentí una preocupación en su voz, algo que me hizo volver a la realidad.
-No quiero que me dejes. Nunca.- Le susurré, para que solo pudiese escucharme él.
Sonrió, aliviado.
-Nunca te dejaré... - Me agarró la mano derecha y me sonrió con esa sonrisa que tanto me gusta y me tranquiliza.- Pero a cambio te pediré algo.
-¿El qué? -Fruncí levemente el ceño, porque no me esperaba esa respuesta de su boca.
-Que tú tampoco me dejes- Concluyó, aún sonriendo.
12/23/2012
Lágrimas derramadas en una copa de cristal.
¿Para que sirve llorar? Solo se llora cuando se está feliz o triste. Se te hinchan los ojos y se te ponen rojos. La nariz empieza a moquear y los labios se te ponen de un color rojizo. Llorar no sirve para nada. ¿Para desahogarte? Tal vez, pero para nada más. Dicen que los ojos son el espejo del alma. ¿Entonces cuando lloramos, es por qué nuestra alma está triste? Puede que nuestra alma se sienta sola o, quizás, desamparada. No lo sé, pero de lo que sí estoy totalmente segura es mi alma llora todos los días.
12/16/2012
He vuelto
No sé cuánto tiempo llevaré sin entrar aquí, pero hoy me han entrado unas ganas increíbles de hacerlo. Echo un poco de menos expresarme y que todo el mundo pueda ver lo que escribo.
Gracias a todos lo que no han dejado de seguirme. Os prometo que no me volveré a ir y que escribiré muy a menudo.
Gracias a todos lo que no han dejado de seguirme. Os prometo que no me volveré a ir y que escribiré muy a menudo.
12/06/2011
Ilusiones.
Correr a toda velocidad, hasta que tus piernas no puedan soportar más el esfuerzo y caigas derrotado sobre el suelo. Pero cuando yo avanzo tres pasos, tu retrocedes unos cinco. Aunque corra con todas mis fuerzas, nunca puedo llegar hasta ti. Estiro mi brazo con la intención de poder agarrarte de alguna parte de tu cuerpo y hacer que vengas a mí pero estás tan lejos que me cuesta. ¿Y si tengo que recorrer un millón de kilómetros para llegar hasta ti? Los haré, aunque tenga que ir andando o nadando, con un frío estremecedor o un calor ardiente. Lo haré por ti. Pero lo único que quiero cuando llegue hasta ti, es encontrarte con los brazos abiertos, una sonrisa en la cara y las palabras mágicas saliendo de tu boca: "Te quiero".
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